Siempre pedía el mismo deseo a las estrellas, al lanzar una moneda en un pozo, al soplar las velas de cumpleaños, a las hadas madrinas de los sueños, a los corazones de león… Siempre que tenía la oportunidad lo pedía sin pensarlo dos veces. Siempre les pedía el mismo deseo con la esperanza de que algún día pudiese hacerse realidad, con la esperanza de que algún día pudiera llegar a sus brazos. Le deseo siempre.
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